Austrocedrus


AUSTROCEDRUS

Preservación del bosque nativo y educación ambiental

EDUCACIÓN AMBIENTAL

Ciprés de San Gabriel,

la conífera que alberga nuestra historia

Entre las rocas, en plenas quebradas. Así crece el ciprés de la cordillera o Austrocedrus chilensis ((D. DON) Pichi-Sermolli et Bizarri)) del sector de San Gabriel en la comuna de San José de Maipo, Región Metropolitana. Esta especie milenaria nativa, que se extiende, de manera discontinua, desde la Región de Valparaíso hasta la provincia de Chubut, al sur de Argentina, petenece a la familia de la Cupresáceas. De acuerdo con autores, la designación común del nombre ciprés generalmente se le denomina a los arboles del genero Cupresus. Según el Sistema Nacional de Áreas Silvestre Protegidas del Estado (Snape), solo un 6,4% de la superficie total de este tipo de áreas forestales se encuentran protegidas.

Ciprés de la cordillera o Austrocedrus chilensis, San Gabriel, comuna de San José de Maipo. Región Metropolitana.

Foto: Austrocedrus.cl

Este árbol siempreverde puede llegar a medir hasta 25 metros de altura. De tronco recto, corteza rugosa y áspera, su copa es piramidal. Se caracteriza por ser la segunda comunidad septentrional de Austrocedrus chilensis. Sin embargo, el sector de San Gabriel sufre problemas, como la extracción ilegal de leña, la proliferación de microbasurales, incendios, pastoreo (bovino, caprino y equino) e, incluso, su tala como árbol navideño.

“Le causé mucho daño a ese árbol cuando era más joven sin saber. A los 12 o 13 años, iba con amigos a cortarlos para hacer árboles de pascua. Decíamos que tenía olor a pascua, y como crecen pegados a las piedras, cortábamos dos ramas, los juntábamos y hacíamos el pinito. Cuando no nos gustaba como quedaba, los botábamos e íbamos a cortar otro árbol”, recuerda con pesar José Ortiz, vecino del cipresal de San Gabriel que desde hace 2 años reside en la zona, pero que es nacido y criado en San José de Maipo.

Entre montañas y cerros, la localidad de San Gabriel surgió producto de las actividades ganaderas y de la explotación de las canteras y minas. A los pies de estos macizos, se ubican las casas de los vecinos que colindan con la calle principal. Las montañas imponentes muestran sus años de existencia, y en sus rocosas laderas se ve cómo se asoman los escasos cipresales que van quedando.

Entre el 2017 y 2019, un grupo de vecinos constituyó la Comunidad para la Protección del Ciprés de la Cordillera con el fin de conseguir que el sector sea considerado, por el Consejo de Monumentos Nacionales, como Santuario de la Naturaleza. En la actualidad, la Comunidad, que concluyó sin éxito su cometido, dejó de funcionar.

FOTOS: Austrocedrus.cl

Consultado sobre la importancia de la protección y conservación de esta conífera, y la identidad que le da a este sector cordillerano, Ortiz, quien hoy jubilado se dedica a la apicultura y cosmetología natural, asegura que ese conocimiento proviene de hace poco. “No recuerdo que el municipio u otras instituciones públicas nos hayan contado a los vecinos sobre la situación del ciprés de acá. El interés viene de hace unos años y nosotros, o yo al menos, entiendo la importancia de su protección. Ahora, el sector donde están los cipreses es propiedad privada, es de un vecino (Pedro Pablo Bustamante Lavín). Allí Aguas Andinas solo tiene derecho a paso. Pero si se consigue que sea considerado un santuario sería fantástico, porque el ciprés y el quillay, por ejemplo, son parte de la flora de acá”.

Durante la Colonia, los bosques del ciprés de la cordillera fueron explotados sin criterios silviculturales, con el objeto de obtener su madera para la construcción de iglesias. Con posterioridad, esta conífera fue exportada al Virreinato del Perú. Además, es una de las nueve especies de coníferas nativas de Chile, y se estima que existen individuos de hasta 1.800 años.

Por ser testigos de nuestra historia, los cipreses almacenan información clave respecto a las precipitaciones y temperatura que han afectado a la zona. Es por ello que han sido objeto de estudio para investigadores chilenos(as) y científicos internacionales con el fin de analizar y documentar los cambios climáticos que han afectado a la zona y a la Región Metropolitana.

Nuestro director Cristopher Carrié de la Puente nos cuenta sobre la relevancia de la preservación y conservación de estas coníferas.

Austrocedrus o cedro del sur es un género monotípico de una sola especie. Fue primeramente descrito por el botánico David Don, en 1832, como Thuja chilensis, y en 1978 fue publicada su reclasificación por Rodolpho Pichi-Semorlli y Maria Bizarri.

Te invitamos a revisar el siguiente link para mayores datos técnicos de este árbol. En especial aconsejamos leer la publicación Monografía, Ciprés de la Cordillera. Autor Dr. Roberto Rodríguez R.